A pocos días de unas elecciones, que a pesar de los escándalos que han involucrado a su líder, confirman claramente el poder de la derecha de Berlusconi en Italia; mientras en el Senado pasa una ley de control de Internet y de la blogósfera en particular, que identifica a Italia con la autoritaria China o Birmania, se anunció, hace unos días en Milán, el nacimiento de la Guardia Nazionale Italiana.
Para los que creen que los problemas de seguridad no se resuelven con represión y despliegue de fuerzas, eso es suficiente para sentir un escalofrío subir por la espalda, y sin embargo la historia no termina aquí:
La variante italiana de la Guardia Nacional de Estados Unidos (otro escalofrío), en pocos días , se ha ganado ya un apodo que no deja mucho espacio a la imaginación: “Le Ronde Nere”, clara referencia a las camisas negras de la época fascista, que en su momento (eran los años 20´s) se encargaron de eliminar físicamente todo tipo de oposición a la llegada al poder de Benito Mussolini.
La violencia fascista dejo muchas victimas, desde simples inconformes, hasta altas personalidades de la política: ejemplo celebre el de Giacomo Matteotti del Partido Socialista, asesinado en el junio de 1924, después de haber pronunciado un histórico discurso en la cámara de diputados en el cual desgranaba una a una todas las ilegalidades y los abusos cometidos por los fascistas con el objeto de alcanzar la victoria en las elecciones.
Las camisas, en esta ocasión, son grises. El negro hubiera sido demasiado obvio, demasiado descarado, aunque en cierto modo más sincero. De cualquier modo basta fijarse en el Águila Imperial que llevan puesta en el gorro, y la banda negra con una rueda solar impresa, que llevan en el brazo, para entender cuales son sus raíces y en que modelo se han inspirado.
De hecho, “le Ronde Nere” se presentó a la ciudadanía durante el congreso nacional del partido de ultra-derecha conservadora y fascista “Movimento Sociale Italiano”, hijo primogénito del Partido Nacional Fascista, que mantuvo el país bajo una dictatura violenta y racista por mas de veinte años y llevo Italia a aliarse con los nazis durante la segunda guerra mundial.
Mientras el MSI proporciona soporte logístico y financiero, el inspirador político del proyecto se llama Gaetano Saya, notorio masón, ex agente de los servicios secretos de la OTAN y luego del SISMI (Servizi di Informazione e Sicurezza della Repubblica Italiana).
Saya, procesado en el 2004 por difundir ideas basadas en la superioridad y el odio racial a través de la pagina www.destranazionale.org, ha asumido, poco después, la dirección del ente “Dipartimento Studi Strategici Antiterrorismo - Interforze di Polizia in funzione Antiterrorismo Islamico” y es gracias a su iniciativa, que el MSI, partido disuelto en 1995, ha vuelto a nacer el 12 de julio del 2000.
En el congreso se anuncio que ya hay mas de 2,000 voluntarios –en su mayoría ex integrantes de las fuerzas del orden- listos para entrar en acción y colaborar con las autoridades contra la delincuencia.
El domingo, un día después de la presentación de la GNI, el jefe del pool antiterrorismo de la procuraduría de Milán, Armando Spataro, ha ordenado a sus colaboradores que se realicen investigaciones sobre la nueva formación, sospechada de violación a la Ley Scelba, que prohíbe la reconstitución y la apología del fascismo en Italia. Indignada la centroizquierda italiana pide “que se ponga rápidamente la palabra fin a este delirio”.
Sólo el tiempo nos dirá hasta que punto puede llegar tan bizarro delirio de la primera dictadura de la era de la comunicación. Esperemos que nadie tenga que volver a pronunciar la celebre frase de Mattotti al termino de su discurso, después de recibir las felicitaciones de sus compañeros:
“Yo ya he hecho mi discurso. Ahora les toca a ustedes preparar el discurso fúnebre para mi entierro”
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